El imperialismo del siglo XIX y el del siglo XXI están conectados por el mismo propósito: obtener poder y ventajas económicas.

Lo que cambió fueron los métodos: de la ocupación militar y directa al control económico, financiero, cultural y tecnológico.

Aunque el imperialismo ha cambiado con el tiempo, ambos comparten la misma idea central: que un país poderoso influye o controla a otros para obtener beneficios económicos, políticos o estratégicos.

Relación entre ambos:

1. Interés económico

• Siglo XIX: las potencias buscaban materias primas, tierras y mercados para vender sus productos.

• Actualidad: los países poderosos buscan controlar recursos estratégicos (petróleo, gas, minerales) y dominar mercados a través de empresas multinacionales.

2. Diferencias en la forma de controlar

• Siglo XIX: el control era directo, con conquistas militares y colonias.

• Hoy: el control es más indirecto, por medio de:

  • acuerdos económicos desiguales

  • préstamos e instituciones financieras

  • influencia política

  • poder tecnológico y mediático

3. Influencia cultural

• Antes: se imponía la cultura, idioma y religión del colonizador.

• Hoy: la influencia viene mediante el cine, la música, la moda, la tecnología y las redes sociales, que expanden la cultura de los países más poderosos.

4. Búsqueda de poder global

• En ambos periodos, las potencias compiten por ser más influyentes y dominar regiones estratégicas.